Los medidores de protección ambiental (Enviromental Protection Gauge o EPG) son fáciles de instalar. Se instalan como un tubo de cristal y están diseñados para reemplazarlos. Elimina los riesgos de rotura y los costosos derrames. Las conexiones de metal al final del medidor se insertan directamente en las conexiones, eliminando dos puntos de rotura habituales:
• Sobre-apriete del cristal a la junta
• Rotura del cristal en las tuercas de apriete por impacto de herramientas